¡Advertencia: la siguiente descripción contiene spoilers del final de Aún Despierta lo Profundo. Por favor, no continúe leyendo a menos que haya completado el juego principal!

1986. El Beira D es ahora un catacumba de acero que se lamenta en las profundidades oscuras del Mar del Norte. ¿Qué ocurrió realmente ese día de diciembre de 1975, cuando las comunicaciones con el continente fueron cortadas y la plataforma se hundió sin dejar rastro? ¿Qué respuestas se pueden dar a las familias que todavía lloran, diez años después?

Tú eres Mhairi. Y encontrarás esas respuestas. Como líder de una inmersión de saturación al pecio del Beira D, desciendes, una luz frágil en la aplastante oscuridad. Tu misión: descubrir el destino de la tripulación y recuperar lo que queda de su paso.

Pero esto no es una tumba silenciosa y en reposo. El pecio chirría y se desplaza a tu alrededor. Se despierta.

Usa herramientas de precisión para cortar a través del acero y el limo. Navega la desorientación, resiste el tirón de las profundidades y mantén tu cordura. Quieres respuestas. Pero algo ahí abajo te desea.

Sumérgete en la última aventura narrativa en primera persona de The Chinese Room, la segunda entrega en el universo de Aún Despierta lo Profundo, galardonado con múltiples premios BAFTA.

Destacados

• Descender al Abismo: Sumérgete en el naufragio del Beira D, una tumba de acero al borde de una profunda fosa submarina

• Enfrenta Tus Miedos Más Profundos: Talasofobia, paranoia y la inquietante falta de fiabilidad de la memoria

• Inmersión Forense: Recoge recuerdos de los muertos, fotografía restos humanos y reconstruye los últimos y terroríficos momentos de la tripulación del Beira D

• Supervivencia Desesperada: Nada, escala y atraviesa los restos contorsionados e inestables de la plataforma para descubrir los oscuros secretos que guarda

• Ven Preparado: Maneja un arco de corte, bengalas submarinas y una palanca para abrir áreas selladas y documenta tus hallazgos con una cámara de aguas profundas

• Voces en el Vacío: Comunícate con tu compañero de buceo y el supervisor de apoyo a través de la frágil tecnología de comunicaciones submarinas de 1986