Eres un guardia nocturno asignado a una instalación psiquiátrica abandonada desde hace mucho tiempo, enterrada bajo el asilo principal. Durante años, han circulado rumores: personas desaparecidas, ruidos inexplicables, luces parpadeantes y la presencia de algo que nadie se atreve a nombrar. Esta noche, es tu turno de vigilar.

Armado con nada más que un banco de cámaras de seguridad llenas de estática, tu trabajo es observar e informar. Pero a medida que avanza la noche, las cosas comienzan a cambiar, literalmente. Los pasillos cambian, figuras aparecen donde no debería haber ninguna, y la sensación de ser observado se vuelve imposible de ignorar.

Observa Cuidadosamente

Cada cámara revela una habitación. Lo que parece normal un minuto puede ser diferente al siguiente. Las sillas se mueven. Las puertas se abren. Las sombras se alargan demasiado. Estos no son solo fallos, son advertencias. Identificar e informar cada anomalía es tu única línea de defensa. Si pasas por alto demasiadas, puedes descubrir que la amenaza ya no está confinada a la pantalla.

Sobrelleva el Cambio

Te dicen que la sala está sellada. Segura. Contenida. Pero cuanto más avanza la noche, más se desmorona esa promesa. La presencia dentro no sigue reglas. Observa, espera y reacciona. Tu objetivo es simple: sobrevivir hasta el final de tu turno y salir. Pero cada informe que presentas te adentra más en el misterio, acercándote más a algo que debería haber permanecido enterrado.

Sigue observando. Sigue informando. Y hagas lo que hagas, no apartes la vista.