"Lex Imperialis" es la segunda expansión de historia para Warhammer 40,000: Rogue Trader, ofreciendo 15 horas adicionales de juego emocionante impulsado por una narrativa que explora la rígida regla de la Ley Imperial e introduce una nueva facción — los Adeptus Arbites. Desentraña los oscuros secretos de la Casa von Valancius mientras navegas por una peligrosa red de justicia, deber y traición, en una búsqueda que alterará el destino de toda la Extensión Koronus.

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Una nueva historia envolvente: Sumérgete en una narrativa tensa donde tus elecciones como juez y juzgado se extienden por todo el Imperio. Adéntrate en el intrincado proceso de la Gran Cosecha y experimenta de primera mano la sombría responsabilidad de recolectar el Diezmo Imperial — y las severas consecuencias que esperan a quienes interfieren en este deber sagrado.

Nuevas mecánicas dinámicas: Abraza la innovación táctica con un conjunto completamente nuevo de Familiares y aporta una estrategia fresca a los desafíos de combate. Comanda una majestuosa águila cibernética — una encarnación viviente del Aquila — mientras tu compañero dirige a su poderoso mastín cibernético. Estos compañeros de batalla reconfiguran dramáticamente los encuentros de combate, exigiendo el uso de tácticas inventivas y ofreciendo resultados emocionantes e impredecibles.

Un nuevo compañero intransigente: Conoce a Solomorne Anthar, un experimentado oficial Arbites cuya dedicación inquebrantable a la justicia Imperial solo es igualada por su ira y odio hacia los criminales. Acompañado por su leal mastín cibernético, este feroz Arbitrador ofrece a los jugadores no solo formidables habilidades de combate, sino también un romance profundamente personal y un pasado turbulento por descubrir.

El Adeptus Arbites revelado: Enfréntate a los guardianes obstinados de la ley Imperial. Estos aplicadores incorruptibles llegan equipados con armamentos característicos — escopetas, escudos supresores y mazas de poder — para redefinir la dinámica del campo de batalla y el juego táctico, incorporando tanto su estatus de élite como su búsqueda implacable del orden.