Bienvenido a 2045. La larga lucha entre personas y corporaciones dejó a las megacorporaciones como señores, gobernando sobre los remanentes rotos de la humanidad reunidos en vastas expansiones urbanas. Pero sin ley ni gobierno más allá de las juntas corporativas, el inframundo prospera. Eres un Shell Runner, utilizando Shells realistas para llevar a cabo trabajos sucios para cualquiera dispuesto a pagar.

Shell Runner es un híbrido entre shooter táctico de vista superior con juegos de saqueo y extracción. Cada misión puede hacerte rico, pero si pierdes tu Shell, lo pierdes todo. Experimenta misiones de alto riesgo como un mercenario solitario o encuentra aliados y enfrenta el oscuro trasfondo de un futuro distópico en el modo cooperativo.

Los Shells son cuerpos controlados a distancia que difuminan la línea entre humano y máquina. Toma el control de uno de más de 20 Shells, desde modelos desechables comunes para mercenarios de bajo nivel hasta Shells especializados de alta tecnología para asesinos corporativos y tropas de choque. Pero ten cuidado: pierde un Shell en una misión y se pierde junto con todo el equipo, botín y créditos de Silicon que lograste robar de otros desafortunados que viven en las sombras de las corporaciones.

La vida es barata y brutal en la expansión urbana. Siempre estás superado en número y armamento, y hasta un matón de poca monta puede desplomar tu Shell en segundos si no juegas inteligentemente. Planea con anticipación y equipa tu Shell con un arsenal de armas cuerpo a cuerpo, armas de fuego y explosivos. Ajusta estadísticas gracias a multitud de modificadores. Luego, entra para completar tu contrato. Mantente alerta, planifica tu ataque y ataca a tus objetivos donde menos lo esperan.

No hay dos misiones iguales. Cada misión es un mapa generado proceduralmente, combinando encuentros con jefes diseñados a mano con una aleatoriedad impredecible, asegurando que no haya dos misiones iguales. Cada Shell y objeto viene con modificadores aleatorios, lo que significa que cada contrato es un riesgo, pero también una oportunidad. Un trabajo en los suburbios podría apenas hacerte salir tablas; el siguiente podría hacerte romper el banco. Así que, ¡manos a la obra, Shell Runner, Silicon no se ganará solo!